sábado, 12 de junio de 2021

Los ODS trabajan la sostenibilidad


 Para conseguir que los "objetivos de desarrollo sostenible" arraiguen es necesario involucrar al sector privado, y aquí  vemos diferentes facetas de este proceso


 
Los ODS son una especie de legislación internacional blanda, dado que no hay manera de imponerla; tienen que ver más bien con la persuasión, con convencer a los gobiernos para que cambien su legislación. Tal como dice Kate Roll del University College London, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) tratan de arrancar compromisos y hacer que se cumplan mediante presión entre iguales, de forma que la transparencia y los informes de comparaciones estimulen la acción. 

 Durante la ponencia que impartió en las jornadas “Otra economía está en marcha” organizadas por la Universidad a Distancia (UNED), explicó que con esta presión de grupo: (Estados, sector privado, transparencia e informes, movilización de la sociedad civil, compromiso con los medios, ciertos financiamientos directos y priorización de políticas) tratan de generar una especie de expectativas compartidas de lo que es correcto, una aspiración universal para que el progreso humano sea inclusivo y sostenible. 

 Lo cierto es que los ODS fueron adoptados en 2015 por todos los Estados miembros de Naciones Unidas para acabar con la pobreza, proteger el planeta y conseguir la prosperidad en 2030. Pero cabe preguntarse si realmente sirven para algo, si están funcionando. Miranda Beacham, de Inversión Responsable de Argón, comenta que para que los países y gobiernos puedan cumplir con los objetivos planteados necesitan involucrar al sector privado. También, que aunque son útiles para identificar iniciativas, no son la mejor herramienta para evaluar los impactos de sostenibilidad a nivel empresarial. Son más bien unos objetivos para animar a los gobiernos a modificar sus políticas, que dejan mucho margen a la interpretación. Así, si una empresa afirma que está alineada con los ODS ya parece que está cumpliendo, cuando en realidad deberían estar alineada con las metas. 

 En nuestro país, la Red Española de Desarrollo Sostenible (REDS) contribuye al diseño e implementación de soluciones transformadoras para el desarrollo sostenible. Influye tanto en las políticas como en la toma de decisiones y medidas, gracias a la colaboración con las universidades y otros grupos de la sociedad civil. Los ODS estimulan el cambio y ayudan a las personas a pensar el desarrollo de una manera distinta y a crear nuevas prioridades. REDS dispone de una mesa en la que se compara el cumplimiento de los ODS en las distintas regiones, de forma que se genera una cierta competencia entre ellas por obtener los mejores resultados y definir prioridades legislativas. También la financiación directa es otro de los mecanismos. 

 Un ejemplo de la colaboración entre distintos actores es el que vemos entre la Fundación Aquae y la Universidad de Alicante. En este centro se impulsan proyectos formativos y de investigación universitaria, que se focalizan en el desarrollo sostenible y el agua. Este programa de colaboración se ha materializado en la creación de un doctorado industrial sobre micro plásticos, residuos de menos de 5mm que ingerimos a través de la alimentación y de gran toxicidad para nuestra salud. Según el rector de esta universidad, Manuel Palomar, los ODS están en el eje de su política de responsabilidad social universitaria y el caso de los plásticos ha sido uno de los primeros asuntos abordados mediante campañas informativas y de concienciación, para su erradicación total en el campus. 

 ¿Dónde se pueden utilizar los ODS? Para Kate Roll se trata de impulsar cuestiones relacionadas con el bien común, grandes desafíos a los que califica como misiones, porque están ligados a grandes objetivos. Para ello, las misiones deben ser claras, inspirar y tener una importancia social amplia. También deben ser medibles, tienen que tener plazos y ser realistas. Además de ser transversales, tienen que involucrar a varios sectores y actores, y los gobiernos tienen que implicarse si quieren hacer cambios de regulación. Finalmente, tienen que poner mucho énfasis en implicar a personas de diferentes sectores y soluciones de abajo a arriba. 

 Apunta también a algunas de las palancas que utilizan los gobiernos para incentivar el cambio en la forma de proceder de las empresas, y en los mecanismos que giran en torno a la tributación. En el caso de los impuestos a las empresas, en cómo hacer converger sus intereses con los objetivos sostenibles, sus cadenas de suministro y sus inversiones. Roll plantea tres modelos para alinear la política fiscal con los ODS, para que aborden desafíos clave y atraigan innovación. 
  •  El primero sería el que trata de buscar prioridades de los ODS en el sistema fiscal. Por ejemplo, el uso de incentivos fiscales para premiar el uso de recursos energéticos alternativos. 
  •  El siguiente modelo se basa, en vez de incentivos individuales, en un régimen fiscal en su conjunto. Por ejemplo, se trataría de que todo el sistema impositivo respaldase el desarrollo de los ODS. 
  • El tercer modelo vincula el alineamiento fiscal con los impuestos. Es decir, se trata de analizar cómo una empresa o un individuo está convergiendo o alineando sus acciones con los ODS y si lo hace, se le puede dar un tratamiento fiscal distinto. 
 En otro orden de cosas y a distinta escala, una palanca que ayuda a las administraciones a promover cambios en línea con los ODS es incluir criterios específicos en la concesión de las subvenciones. Tal y como señala Yolanda Morales, funcionaria de la Diputación de Zaragoza, la administración pública puede poner en las convocatorias especificaciones relativas a los ODS, de forma que para otorgar las ayudas haya ciertas condiciones. De esa forma se puede exigir que los receptores tengan en cuenta que los proyectos sean socialmente responsables y medioambientalmente sostenibles. 

 Por su parte, las empresas también se están aplicando en hacer los deberes. Como explica la experta en marketing digital Sara González, saben que en el futuro serán valoradas en gran medida no solo por su éxito empresarial sino también por su contribución al cuidado del planeta. Cada vez son más las empresas que se unen a esta lucha para minimizar sus impactos negativos, así como para maximizar los efectos positivos tanto en las personas como en el planeta. Es más, la adopción de los ODS puede beneficiar en gran medida a las empresas demostrando confianza y credibilidad, lo que reportará una imagen pública positiva para clientes y stakeholders, así como un buen ambiente de trabajo para sus empleados. 

 Paloma de la Puente, experta en Sostenibilidad de Conese, comenta el gran impulso sectorial que se está dando en materia de ODS. Destaca lo que se está haciendo en la empresa de automoción Sernauto, y que demuestra que las empresas de manera sectorial pueden promover buenas prácticas y visibilizar lo que están haciendo. En Conese integran la sostenibilidad en las organizaciones y las apoyan en su desarrollo a través de un análisis de la cadena de valor. De esta forma consiguen un valor diferencial para ser más competitivos, poner en valor el conocimiento, colaborar y co-crear. Y, al final, conseguir involucrar más a los stakeholders que rodean a las organizaciones y generar un impacto positivo en términos de sostenibilidad. 

 Las pequeñas y medianas empresas también están apostando por los ODS. Así tenemos a las pymes del metal de Navarra que han ideado un plan de desarrollo sostenible ligado a la agenda 2030, proporcionando la oportunidad a sus empresas asociadas para guiarlas dentro del nuevo marco y avanzar en su alineamiento con los ODS. 

 En resumen, no todas las organizaciones se encuentran en la misma situación para llevar a cabo los cambios. Cada una tiene impactos en distintos ODS y de distinta intensidad, y con diferente capacidad de actuación. Por ello, las empresas van a tener que realizar un análisis detenido e individual sobre qué estrategia implantar en su caso, analizando la situación tanto interna como externa en profundidad para poder llevar a cabo el cambio que necesitan. La labor en este gran proceso de cambio no es únicamente de las empresas, sino que tiene que ser un trabajo conjunto entre los gobiernos, el sector privado y la sociedad. 


luis sordo iglesias @sirgledo

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